Abre los ojos
Alejandro Amenábar sufrió un estrepitoso fracaso, tras el éxito de su ópera prima Tésis, con esta película que no terminó de convencer ni a crítica ni público. Aunque para mí, como toda su filmografía, es una cinta realmente apasionante.
Aparte de crear un magnífico thriller de tintes futuristas, incide sobre un tema que parece atormentarnos sobermanera: la extensión de la vida más allá de la muerte, la crionización.
Es decir, la posibilidad de conservar un cuerpo sin vida a temperaturas extremas, con el objetivo de devolverlo a la vida el día que la ciencia lo permita.
A priori, puede parecer una idea descabellada. ¡Pero realmente es aún más descabellada de lo que parece! El hecho de mantener un cuerpo a bajas temperaturas, administrándole una serie de productos químicos, para combatir el envejecimiento de los tejidos y que el cuerpo se mantenga durante años, joven es hoy en día tarea fácil. Si llegan al supermercado latas de mejillones en escabeche que duran 2 años fuera de la nevera, no debe ser tan difícil mantener un cuerpo congelado durante un porrón de años... digo yo. Pero lo de devolver a la vida, eso son ya son palabras mayores.
Pero llega la gente y se lo cree. Y vosotros pensaréis "ah!, pero no debe ser tan descabellado, la ciencia avanza, y algunos grandes personajes de la historia están congelados, como Walt Disney". La leyenda sobre la crionización de Walt Disney surgió al poco tiempo de su muerte, no se sabe bien ni dónde ni cuándo, pero cobró fuerza dado el secretismo de la familia respecto a las causas reales de la muerte, el funeral, ...
¡Ajá! ¡Trampa! Disney está enterrado en un cementerio de Forest Lawn Glendale, en Los Ángeles, California, junto con su mujer y su hija.
Una pena para los amantes de las leyendas urbanas, que jamás han mostrado una prueba sobre su crionizacón. Ni un contrato robado, ni una copia del registro de entrada del cuerpo, ni siquiera nunca se ha dicho qué empresa se encarga de crionizarlo.
Aparte de crear un magnífico thriller de tintes futuristas, incide sobre un tema que parece atormentarnos sobermanera: la extensión de la vida más allá de la muerte, la crionización.
Es decir, la posibilidad de conservar un cuerpo sin vida a temperaturas extremas, con el objetivo de devolverlo a la vida el día que la ciencia lo permita.
A priori, puede parecer una idea descabellada. ¡Pero realmente es aún más descabellada de lo que parece! El hecho de mantener un cuerpo a bajas temperaturas, administrándole una serie de productos químicos, para combatir el envejecimiento de los tejidos y que el cuerpo se mantenga durante años, joven es hoy en día tarea fácil. Si llegan al supermercado latas de mejillones en escabeche que duran 2 años fuera de la nevera, no debe ser tan difícil mantener un cuerpo congelado durante un porrón de años... digo yo. Pero lo de devolver a la vida, eso son ya son palabras mayores.
Pero llega la gente y se lo cree. Y vosotros pensaréis "ah!, pero no debe ser tan descabellado, la ciencia avanza, y algunos grandes personajes de la historia están congelados, como Walt Disney". La leyenda sobre la crionización de Walt Disney surgió al poco tiempo de su muerte, no se sabe bien ni dónde ni cuándo, pero cobró fuerza dado el secretismo de la familia respecto a las causas reales de la muerte, el funeral, ...
¡Ajá! ¡Trampa! Disney está enterrado en un cementerio de Forest Lawn Glendale, en Los Ángeles, California, junto con su mujer y su hija.
Una pena para los amantes de las leyendas urbanas, que jamás han mostrado una prueba sobre su crionizacón. Ni un contrato robado, ni una copia del registro de entrada del cuerpo, ni siquiera nunca se ha dicho qué empresa se encarga de crionizarlo.
Sí sí, habéis leído bien contratos, empresas,.... Y es que lo interesante del tema es que en la realidad existen empresas que ofrecen servicios de crionización. Y hasta una asociación en España de "amigos de la crionización, que participan en congresos, ponencias, y escriben panfletos sensacionalistas sobre los beneficios de la crionización, llegando a considerarla como "una alternativa más que se abre al morir", asegurando que está científicamente asegurada su viabilidad, y que los posibles problemas serían más bien de índole legal o moral.
Y como alternativa más a la muerte, que ya de por sí es un auténtico negocio, existen una serie de empresas encargadas de proporcionar este tipo de servicios. Y aquí ya tenemos el tinglado montado: un montón de empresas haciéndose la competencia, como los canales de teletienda a las 4 de la mañana.
Y encontramos, desde la profesionalidad de Alcor (con unos tanques congeladores relucientes que da gusto), hasta la más apañada "Instituto de Crionización", que por no gastar, no se han gastado mucho ni siquiera en buscar unos modelos más o menos guapetes para su página web, y no hablemos de pagar a un diseñador por hacerles un logotipo que no sea tan hortera, con solecito y mariposa incluida.
Pero bueno, esto es como comprar en Armani o en el rastrillo de los jueves. Por 28.000 $ (aproximadamente unos 24.000 €) tienes la opción básica de crionización en la empresa del logotipo superhortera.
Claro, los de Alcor, ni dicen lo que cuesta, pero te lo venden a bombo y platillo. Ya que te congelen, que lo hagan con dignidad. Si tienen que tener a 3 tíos pa limpiar los tanques 10 veces al día, pues tú lo pagas y punto. Porque tu lo vales.
Y los de Alcor tienen que ser caros carísimos, porque hasta ofrecen la posibilidad de reservar una visita guiada por sus instalaciones, con comida de tarro incluida; para que te acabes de convencer de que los del instituto de crionización son unos cutres, unos imbéciles, y que el logotipo de Alcor es mucho más chachi que el de los horteras estos.
Yo por si acaso, voy a informarme sobre la posibilidad de visitar las instalaciones de Alcor, recién estrenadas, en Reino Unido.
Y un último consejo: Si decides crionizarte, llévate un jamón, y una caja de cervezas para asegurarte que tu vuelta a la vida merezca la pena, porque no quiero ni pensar en el precio de la vivienda cuando despiertes....
Y como alternativa más a la muerte, que ya de por sí es un auténtico negocio, existen una serie de empresas encargadas de proporcionar este tipo de servicios. Y aquí ya tenemos el tinglado montado: un montón de empresas haciéndose la competencia, como los canales de teletienda a las 4 de la mañana.
Y encontramos, desde la profesionalidad de Alcor (con unos tanques congeladores relucientes que da gusto), hasta la más apañada "Instituto de Crionización", que por no gastar, no se han gastado mucho ni siquiera en buscar unos modelos más o menos guapetes para su página web, y no hablemos de pagar a un diseñador por hacerles un logotipo que no sea tan hortera, con solecito y mariposa incluida.
Pero bueno, esto es como comprar en Armani o en el rastrillo de los jueves. Por 28.000 $ (aproximadamente unos 24.000 €) tienes la opción básica de crionización en la empresa del logotipo superhortera.
Claro, los de Alcor, ni dicen lo que cuesta, pero te lo venden a bombo y platillo. Ya que te congelen, que lo hagan con dignidad. Si tienen que tener a 3 tíos pa limpiar los tanques 10 veces al día, pues tú lo pagas y punto. Porque tu lo vales.
Y los de Alcor tienen que ser caros carísimos, porque hasta ofrecen la posibilidad de reservar una visita guiada por sus instalaciones, con comida de tarro incluida; para que te acabes de convencer de que los del instituto de crionización son unos cutres, unos imbéciles, y que el logotipo de Alcor es mucho más chachi que el de los horteras estos.
Yo por si acaso, voy a informarme sobre la posibilidad de visitar las instalaciones de Alcor, recién estrenadas, en Reino Unido.
Y un último consejo: Si decides crionizarte, llévate un jamón, y una caja de cervezas para asegurarte que tu vuelta a la vida merezca la pena, porque no quiero ni pensar en el precio de la vivienda cuando despiertes....
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