Bien por Evo

Evo Morales, o cómo un tipo campechano consiguió labrar un futuro para su pueblo.

Si primero nos sorprendó a propios y extraños con su jersey, reivindicando la identidad de los pueblos indígenas, ahora ya no nos sorprende que haya conseguido un hito en la lucha por el desarrollo de los pueblos menos favorecidos (y más espolieados): la recuperación definitiva del control de los recursos petroleros autóctonos que llevan 40 años robándoles las grandes empresas neo-capitalistas (incluido el monstruo español Repsol).

Porque el camino hacia el progreso de los pueblos comienza por la recuperación del control de los recursos. El desarrollo se consigue con la cooperación internacional, no con la explotación y sumisión que ejercen los más ricos sobre los más pobres. Y Evo, con su jersey a rayas, ha conseguido pasar a la historia firmando hoy mismo el acuerdo que le asegura a su pueblo un futuro libre, dando un buen revés a este modelo de globalización en el que Evo ha demostrado que los pueblos indígenas sí tienen cabida.

Y mientras, Fidel sigue vivo...