No más violencia

Hoy ETA ha puesto de manifiesto, por enésima vez, que no es la voz del pueblo abertzale, volviendo a atentar contra intereses económicos clave del estado español, como es la T4 de Barajas y, si todos los indicios son correctos, ha dejado una víctima mortal en el camino.

El pueblo vasco no quiere más violencia. El pueblo español no quiere más violencia.

Pero ETA basa su política del terror en la violencia. No saben hablar otro lenguaje. Pero lo más grave es el nuevo escenario de conflicto que se crea, donde cada partido deberá reposicionarse, y a ver si de una vez por todas todos claman al unísono por el fin de la violencia.

Creo que tanto vascos como españoles hemos perdido una oportunidad histórica para acabar con ETA y su lucha armada; pero también creo firmemente que este acto puede servir para que los sectores más extremos de la izquierda abertzale se desmarquen de la violencia y la condenen.

Y todo esto, mientras nos cuentan desde Bagdad que han ahorcado a Sadam.

A ver cuando, de una vez por todas, aprendemos que la violencia no se paga con más violencia. Que así lo único que se consigue es entrar en una espiral infinita de violencia, que se retroalimenta de la misma, y que cada vez es más difícil de parar.

¿Es ese el mundo que queremos?